Me encanta verte reír, me encanta verte bailar, me encanta que seas libre y me encantan tus juegos. Me vuelvo chico o nunca lo dejé de ser. Quiero jugar siempre con vos.
Y si no te molesta, pintarte de dorado. No sé, ayer te veía y te imaginaba dorada. Pero obvio que no podía, porque había un árbol ahí, bastante alto por cierto y no de los mas lindos que he visto. Pero bueno, vos estabas ahí, parece que te gusta jugar ahí, si es que todavía jugas/juegan. Ojalá algún día te des una vuelta y te quedes. Y terminemos pintados de dorado. Mientras tanto lo sigo diciendo, me encantas.
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