Hacía calor. Era una noche de verano de esas que no pasa nada y en que todavía la marea de gente se mezcla entre el trabajo y el ocio, sin ser una unanimidad.
Había ruido, me taladraba y me crispaba la cabeza. Necesitaba aire, poder decirle basta a la guerra de mi cabeza que se volvía insoportable. Decidí salir afuera un rato.
Me quedé sentado en un escalón, contemplando toda la casa y el patio. Como buena noche de verano el ruido de un par de grillos y el olor al césped me acompañaban. Corría un poco de viento también, estaba bien porque hacia que el ambiente no estuviera tan pesado y alentaba a la cabeza a desplazarse sin quedarse clavada en algún lugar sofocante. Era uno de los lugares mas alejados y "abarcativos" por así decirlo de la totalidad de ese mini mundo, gigante por cierto. Y no digo el mas alejado porque estaría mintiendo, hay lugares mas alejados, pero poco útiles para el fin que tenía, uno no puede sentarse a pensar y a contemplar en medio de plantas y bichos.
Al comienzo del proceso de auto rescate me preguntaron algo y contesté la verdad. A ella no le gustó y se puso a regar el césped. Al viento, el césped y los grillos se sumó un poco de música, un poco bastante. Era necesario para sumergirme y alejarme del ruido.
Un poco yo también creo que estaba enojado, mas que enojado enrealidad decepcionado o triste... la había estado viendo a los ojos pidiendo ayuda y ella me vió pero no me hizo caso y encima después me preguntó eso casi despreciando el motivo casi obvio por el que estaba sentado en el lugar casi mas alejado y abarcativo de todos. Pero de todas formas me seguí sumergiendo, estaba acostumbrado a hacerlo solo por mas que me hubiera encantado que fuera distinto.
Ella regaba el césped y yo la miraba, hablaba por teléfono, indistinta, alejada, como siempre. Otra vez me enoje o entristecí o lo que sea, estaba en guerra y ella no venía a sacarme, no me ayudaba a escapar. Caminaba con el agua de un lado a otro hablando por teléfono y yo solo seguía mirándola. Ella lo sabía, era obvio, pero me ignoraba. Me dolía, realmente me dolía, pero un poco empecé a comprender al pensar en mi guerra en que ella estaba inmersa en la suya también. Los ojos distantes, lo esquivo, la superficialidad automatizada en años previos a un pequeño semi despertar por la experiencia misma. Lo entendí, simplemente no podía hacer nada por mí, no podía hacer nada porque tampoco podía hacer nada por ella misma. Y sentado en el escalón seguí desmembrando la normalidad de las cabezas en un mundo poco normal, me acordé de lo que sabía mucho. Me acordé de los perdidos, de la inercia, de lo triste de la conformidad. Y la miré y me dio pena, y me sentí un tanto culpable, porque así como yo la necesitaba ella podía necesitarme a mí y así giraba de forma enfermiza la rueda. Y quizás algún día pudiera, por lo pronto el escalón representaba de forma inmejorable al don tortuoso. Me ayudaba a hacer lo que me había proveído, alejarme un poco, dar un paso al costado y mirar todo, así como si fuera la casa, el patio, el mini mundo gigante que siempre fue. Y en ese espacio difuso entre lo racional y lo emocional seguía mirándola ir de acá para allá, hablando por teléfono, ignorándome. Y seguía entendiendo y viendo como todo volvía a girar otra vez sobre lo mismo.
En algún momento se me acercó, no me miró a pesar de mi incisividad en el aire. Y como no estaba realmente en el lugar mas alejado pudo pasar atrás mio. Yo me di vuelta, quizás, un segundo, por ahí no, pero puedo haberlo hecho. Y de lo que si estoy seguro es de que mire otra vez para adelante, le di la espalda sintiéndome culpable. En otro momento terminó y volvió, yo ya estaba casi de vuelta en el centro de lo que debía y una sola palabra me dio pie:
"Y?" me dijo con cierto interés que me fue suficiente para no caer. "Nada" creo que le dije, seguramente lo hice. Porque era obvio que seguía sin entender, siempre hacía lo poco que podía y estaba bien, porque era así y siempre iba a estar bien y la quise y me levanté del escalón y me dijo un par de cosas mas, ya no estaba enojada, yo tampoco. El equilibrio del mini mundo gigante se había encontrado con su inestabilidad perpetua. Ella terminó de regar el césped y entramos otra vez a la casa. Yo había vuelto en mí con mi guerra apaciguada gracias al don tortuoso. Ella, por su parte, entró a la casa con su guerra interminable, una vez mas, perdida con el viento de la noche de verano, esperando que la rescate.
martes, 17 de diciembre de 2013
sábado, 14 de diciembre de 2013
....
Soltarse del plasma venenoso es difícil, te preparaste y querés soltarte, pero nunca podes hacerlo del todo, te agarra... te agarra y no te suelta y ya no sabés. Adentro se mezcla la resignación y la necesidad de explotar. Llega la explosión y quizás termine de forma primal adónde va a terminar todo esto siendo la lucha de las fuerzas? siendo el centro de un espasmo en medio de la inercio lastimosa de lo común y de lo que sos y de lo que deseas de la normalidad en vos y no está? cuanto tiempo mas?
sábado, 7 de diciembre de 2013
Se despierta 6:06 am
Otra vez? Enserio, otra vez? Why do you like it?
Melina se despierta, sabe bien, que hoy va a caminar
Y minetras se despierta, piensa el sol, bajando a la ciudad
No quiere estar tan sola, se pierde en su papel
Y mientras se enamora, quiere alcanzar un tren, que ya se fue
Melina pierde piezas, y el color le borra la ciudad
Y quiere estar despierta, pero no, no puede caminar
Melina está tan sola, ya no piensa porqués
Y mientras desmorona, quiere alcanzar un tren, que ya se fue
Mientras las mentiras de cristal
La alejan de su centro
Con tus piernas vas a caminar
Sola en un desierto
Melina se despierta, sabe bien que no va a caminar
Y mientras se lamenta, pierde el sol, y así su despertar
Se deja en el viento, se arma en su papel
Quizás en algún tiempo, vea pasar un tren, que no se fue
Mientras su aire se hace cartón
Y su centro viento
Respira lo que sola creó
Nunca existió el cuento
Te odio
Melina se despierta, sabe bien, que hoy va a caminar
Y minetras se despierta, piensa el sol, bajando a la ciudad
No quiere estar tan sola, se pierde en su papel
Y mientras se enamora, quiere alcanzar un tren, que ya se fue
Melina pierde piezas, y el color le borra la ciudad
Y quiere estar despierta, pero no, no puede caminar
Melina está tan sola, ya no piensa porqués
Y mientras desmorona, quiere alcanzar un tren, que ya se fue
Mientras las mentiras de cristal
La alejan de su centro
Con tus piernas vas a caminar
Sola en un desierto
Melina se despierta, sabe bien que no va a caminar
Y mientras se lamenta, pierde el sol, y así su despertar
Se deja en el viento, se arma en su papel
Quizás en algún tiempo, vea pasar un tren, que no se fue
Mientras su aire se hace cartón
Y su centro viento
Respira lo que sola creó
Nunca existió el cuento
Te odio
jueves, 5 de diciembre de 2013
Te lo digo
¿Qué me dirías si te cuento que nos mintieron? ¿si te digo que la caja donde estamos es una farsa, que los colores que nos pintaron no pintan, y que el sol está, pero no acá? ¿que me dirías si te digo que no estamos solos, que no somos los únicos siendo únicos y que hay un camino a seguir? ¿qué me dirías si te digo que el ideal existe y que el cielo se puede tocar, y que los ojos son los colores y que vos mismo sos verdad? ¿qué me dirías si te digo que puede nunca ser tarde si lo creés?
¿qué me dirías si te digo que el mundo, ese que tanto mal te causó, siempre estuvo a tus pies?
si lo creés just wake up, y bienvenido, sos eterno, somos por siempre.
¿qué me dirías si te digo que el mundo, ese que tanto mal te causó, siempre estuvo a tus pies?
si lo creés just wake up, y bienvenido, sos eterno, somos por siempre.
sábado, 30 de noviembre de 2013
Let it die
It's so fucking funny, you just don't belong here.. this is the place of the non thinking items. Oh i agree it's so funny, so primal.
You and maybe you and just you understand what i mean. Sos visitante acá y esta mas que claro... jaja it's funny i must say. 'Cause it is.. and i don't know. Again the word, i just don't know.
Stupid minds, have fun, i was born on a different cloud. Someday, not so far, they will be at your knees, you know the'll be at your knees. Just wait, just a little more. Let it die, let it die.
You and maybe you and just you understand what i mean. Sos visitante acá y esta mas que claro... jaja it's funny i must say. 'Cause it is.. and i don't know. Again the word, i just don't know.
Stupid minds, have fun, i was born on a different cloud. Someday, not so far, they will be at your knees, you know the'll be at your knees. Just wait, just a little more. Let it die, let it die.
martes, 26 de noviembre de 2013
Res
Y ahora todo esto se presenta en mi cabeza, y otra vez vos, y el ideal y el no conformismo. Y la posibilidad y el miedo de volver a convertirme en un pedazo se cebolla.
Y la ternura en el código de escribir al revés. Te encanta escribir al revés.
Y nosé, esa es mi palabra de cabecera en estos tiempos, realmente nosé. Voy a dejar que todo fluctúe y me lleve, ya veré en dónde termino.
Y la ternura en el código de escribir al revés. Te encanta escribir al revés.
Y nosé, esa es mi palabra de cabecera en estos tiempos, realmente nosé. Voy a dejar que todo fluctúe y me lleve, ya veré en dónde termino.
jueves, 21 de noviembre de 2013
En una Hoja
Se encontraron en un café en el centro de una capital, no importa cuál, ni dónde, ni ellos lo sabían muy bien enrealidad. Lo importante es que se encontraban en su centro, ese mismo centro que ambos compartían y del cuál en el estruendo hacían gala. Se sentaron frente a frente, dos tazas de café de por medio y algunos sobrecitos de azúcar contemplaban la escena, épica, extraña... soñada.
El la miro, se quedó mirándola atónito unos minutos. Ella le seguía el juego, sabía hacerlo, lo hizo siempre y también sabía como salir, escapar. Diana esbozaba una sonrisa dulce y burlona al mismo tiempo. Era una combinación perfecta en su cara blanca y sus rasgos sutiles... y sus ojos... siempre sus ojos..
el los miraba incrédulo, esos ojos verdes que quizás no lo eran, pero que poco importaba mientras el los creyera así. Esos que reflejaban la esperanza, esos que reflejaban el sueño, el elixir, la paz, la libertad.
Y ahí estaban, viéndolo con esa dulzura y esa picarez inmensurable, que tanto lo torturaba y lo deleitaban al encontrarse y perderse de manera rutinaria. Trataba de retenerlos en la retina, por si se les ocurría correr otra vez, como habían hecho tantas veces, como habían hecho siempre.
El vapor seguía saliendo de sus tazas mientras las tomaban sin hablar, sin dejar de mirarse. Fue él (por supuesto) el que decidió dar fin al suspenso y decir la primer oración, esa que tenía contenida hace milenios en sus labios secos. "¿Adónde te fuiste?" le dijo de manera un tanto estrepitosa, con esa voz rara que aveces aparece cuando después de un largo rato de premeditación uno decide hablar en frío.
La pregunta no la tomó por sorpresa, desde luego, sabía que eso sería lo primero que diría desde que se sentaron en la mesa del café. Ahora su mirada y la silueta de su boca eran de completa dulzura, se la notaba apenada, se leía en el verde de sus ojos al hundirse el remordimiento y la opresión, la de la obligación de vivir en una caja donde nadie entró. Sus labios atinaron a emitir la primer frase y el ambiente se volvió brillo, al compás de su voz segura, delicada y angelical, hermosa como todo su ser, perdida como su alma. "Adónde no fuiste vos". Contestó. Certera, astuta y escurridiza, como siempre.
"¿Y por qué te fuiste allá? Sabias que no iba a llegar a buscarte, te fuiste adonde no fui porque sabías que no iba a hacerlo" Replicó de manera instantánea y un tanto brusca. Tomó un sorbo de café de manera automática para excusar lo cortante de su frase.
Otra vez lo predecible. Diana miró hacia abajo, como no queriendo pensar y concretar lo que ya tanto había pensado y construido en actos. Levantó la mirada y volvió a clavar sus ojos en él. Finalmente contestó "Me fui adónde tenías que ir. Esperaba que aparecieras como esa promesa que levantas en el aire, pero no, no estabas, nunca apareciste".
"te busqué" exclamó él, "te busqué y traté de llegar, y vos lo sabés, vos me viste varias veces y te desvaneciste. ¿Por qué te gusta tanto hacerme daño?"
En su rostro se dibujó una mueca de consternación y por primera vez levantó el tono de su voz "¿Realmente crees que me gusta hacerte daño? ¿no te das cuenta como gira todo esto Facu? No es fácil, nada de esto es fácil, si me pierdo así como aparezco es por el simple hecho de que nunca aparecí realmente. Hay un vidrio, hay un vidrio que no nos deja tocarnos en el medio de los mundos, que me obliga a correr y a escapar sin ser yo realmente, no soy yo la que aparece para no estar somos dos los perdidos en medio de una ilusión..." la chica de los ojos verdes se tomó un segundo, se secó las lágrimas que no alcanzaron a salir y con voz triste y suave prosiguió "yo sé lo que has dado y te juro que siento culpa por no estar, pero estamos atados a la sombra y yo mas que vos, no sé si realmente pueda hacer algo en todo esto. Es por eso que me duele que digas que me gusta hacerte daño, porque soy incapaz de no hacerlo y lo siento como vos o más" miró para abajo y volvió a secarse los ojos.
Él quedó callado, pensativo, no sabía realmente que responder, en su anticipación no había pensado mas que esas dos preguntas cuyas respuestas lo carcomían pero nunca pensó que lo dejarían tan atontado. "Perdón", le dijo mientras tanto. Y por fin dio lugar a la improvisación, mientras miraba la capital por la ventana. "No quería lastimarte, es que esto es demasiado... es mucho tiempo ¿sabés? y bueno, uno tiende a patear culpas, porque este dolor no me ha dejado en velo un segundo, no me deja te lo juro y las canciones ya no alcanzan" volvió a mirarla a los ojos que lo buscaban "de por sí que estemos acá ahora es irreal, de por si que estés acá dándome explicaciones es un alivio, pero irreal, distante.. es una hoja, es solo una hoja Diana. Y nosé cuanto tiempo mas, te juro que nosé. Te siento tan lejos cuando creo que estas cerca..."
Diana soltó la tazita de café para agarrar suavemente su mano. Otra vez la dulzura se apoderó de su rostro hipnotizando el aire. Y el la vió y se perdió otra vez. "No te rindas" le dijo. "Por favor no me sueltes porque encontrarme va a depender de eso... que el vidrio no te engañe, que no te frustre. Vos sabés que para lo ideal lo simple no es habitué y esto es así my love, esto es siempre así. Prometeme que me vas a buscar".
"Te lo juro" Respondió él, siendo ahora el de las lágrimas, aunque nunca dejó de serlo.
El momento duró ese instante. La luz se apoderó del café del centro de la capital que no importa. Quedaron agarrados de la mano y antes de que lo irreal se desvaneciera y la hoja llegara a su final él soltó las palabras eternas:
"Te amo" dijo antes de la lejanía. "Yo también" respondió ella en su amarga dulzura, y el verde de sus ojos se mezclo en un remolino con la luz, el aire y el resto de las cosas. Y él se fue aparte en esa misma fuerza despedazadora y se mezcló en la gente. Y se desvaneció el café y el centro y la capital.. y llegó el final de la hoja.
"Te amo" dijo antes de la lejanía. "Yo también" respondió ella en su amarga dulzura, y el verde de sus ojos se mezclo en un remolino con la luz, el aire y el resto de las cosas. Y él se fue aparte en esa misma fuerza despedazadora y se mezcló en la gente. Y se desvaneció el café y el centro y la capital.. y llegó el final de la hoja.
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